Carnet de identidad del queso - Queso DOP Bleu d'Auvergne
DOP Bleu d’Auvergne

Carnet de identidad del queso

Carnet de identidad del queso

Elaborado exclusivamente con leche de vaca, el Bleu d’Auvergne con DOP es un queso de pasta azul. Con su pasta de color blanco a marfil, salpicada de moho azul verdoso (Penicillium Roqueforti) y su fina corteza enmohecida que puede representar reflejos del mismo tono, el Bleu d’Auvergne se caracteriza por su veteado uniforme.

Se presenta en forma de cilindro de unos 20 cm de diámetro y de 8 a 10 cm de altura, con un peso de 2 a 3 kilos.

Nacido en el corazón de los Montes Dore, en un territorio fértil y volcánico, el Bleu d’Auvergne se fabrica esencialmente entre los departamentos de Puy-de-Dôme y Cantal, a una altitud comprendida entre 500 y 1.000 metros, en una zona de media montaña. En un terreno de pastizales por excelencia, las vacas se alimentan tranquilamente a base de una flora abundante y variada.

La excepcional biodiversidad presenta un interés indudable para la calidad de la leche. De ella provienen el carácter y la autenticidad de la DOP Bleu d’Auvergne.

El Bleu d’Auvergne se fabrica siguiendo una maestría ancestral transmitida de generación en generación desde hace al menos 150 años.

La fabricación de este queso se rige por estrictas reglas, que responden a las normas fijadas en el pliego de condiciones de la denominación. Cada día, la leche del ordeño de la noche anterior se añade a la de la mañana y se transforma en Bleu d’Auvergne.


A día de hoy, 1.450 granjas producen leche destinada a la fabricación del Bleu d’Auvergne. Las vacas, criadas en explotación ganadera extensiva, se alimentan a base de hierba, con un pasto obligatorio cuando hace buen tiempo. Es además la riqueza de esa alimentación naturalmente rica en flores de montaña (bromus, genciana, trébol alpino, Achillea millefolium…), lo que proporciona a la leche toda su riqueza, y al Bleu d’Auvergne, todos sus aromas.

Fuerte y equilibrado, el Bleu d’Auvergne seduce por su intenso sabor, sus aromas a champiñones silvestres, crema y sotobosque.

Su aspecto tierno y untuoso le proporciona un carácter único que, como los grandes vinos, mejora según su maduración o su temperatura.

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