La inspección
La Denominación de Origen Protegida es un sello que aporta un cierto número de garantías a los productores, pero también a los consumidores:
- El respeto de un buen hacer ancestral
- La fijación de reglas comunes de producción
- Una producción realizada en una zona precisa
- Un control que garantiza el respeto de las condiciones de producción.
Resulta esencial consolidar dichas garantías para reforzar siempre la imagen de la DOP y trabajar en la diferenciación en el precio para con los consumidores. Para ello, es importante disponer de un sistema de control eficaz, sin caer en dogmatismos.
El control está asegurado a través de 4 mecanismos:
- El autocontrol, es decir, el control de cada uno del cumplimiento de las condiciones de producción
- El control interno, asegurado por el Sindicato Interprofesional Regional del Bleu d’Auvergne (SIRBA).
- La inspección externa, realizada por un organismo de certificación independiente: CERTIPAQ. El organismo de control se va a asegurar de que todo se haga cumpliendo el pliego de condiciones (con controles de los productores, pero también del SIRBA).
- El control de calidad de los quesos: como mínimo 6 veces al año para cada transformador.
El plan de control fija las modalidades de inspección y las sanciones en función de la importancia del criterio y de la importancia de la discrepancia. Las sanciones para dichos incumplimientos van desde la advertencia hasta la retirada de la habilitación. Sea cual sea el mecanismo o el nivel de la discrepancia, el pliego de condiciones deberá respetarse. La gravedad de la sanción aumentará en caso de reincidencia.